lunes, 27 de septiembre de 2010

Los Leoncitos


Érase una vez una manada de leones, que habitaban un valle fértil, bello y con buen clima. Llegaron ahí después de mucho andar, y de sufrir penurias y sacrificios. Lograron llevar un modo de vida ordenado, donde cada quien tenía sus funciones claras.

Unos felinos se encargaban de gobernar, otros de la seguridad de la manada y algunos más de conseguir alimento. Era tal el nivel de vida que se había alcanzado, que leones de otras latitudes se acercaban con espera de ser aceptados en la manada. Con la intención de perpetuar el buen nivel de vida que se tenía... los gobernantes y los sabios decidieron abrir una escuela. Ahí se educaría a las nuevas generaciones para que llevaran a cabo las labores que la manada necesitaría en el futuro.

Para tal motivo educacional, se dieron cuenta que necesitarían recursos. Había que tener instalaciones adecuadas, darles algo a cambio a los sabios por transmitir sus consejos a los cachorros etc. Entonces se acordó que de todos los bienes colectivos de la manada, una parte se dedicaría para "Los Leoncitos". Esta medida fue aplaudida por todos y así iniciaba una nueva institución.

Se nombró un director para la escuela. El se encargaría de administrar los recursos que todos aportaban para que sus hijos fueran "unos leones" de bien. Desgraciadamente, este director comenzó a utilizar los recursos en causas que no iban precisamente para los cachorros. Otros leones se dieron cuenta que utilizaba lo que todos aportaban para su beneficio propio y comenzaron a verlo con cierto odio. Ya no estaban tan seguros de querer seguir dándole a este director la posibilidad de beneficiarse con lo que no era suyo.

Por otro lado la clase gobernante no estaba ya muy contenta con esa "escuelita". Ya que cada vez resultaba más difícil controlar a las nuevas generaciones, que cuestionaban ciertas decisiones de las altas esferas de la manada, impulsados por ciertas ideas que habían aprendido. "Los leoncitos" ya no eran tan maleables.

Los gobernantes buscando quitar un poco de poder a los sabios, dejaron de entregar recursos para el mantenimiento de la llamada "Escuela", valiéndose del descontento que muchos tenían con sus directores. Éstos, aprovechándose del poder que tenían, lanzaron una amenaza de dejar de seguir educando cachorros si no se les entregaba lo que por ley les correspondía (a pesar del mal uso que hacían de ello). Además de hacer notar que la manada, ya no era ni de cerca la número uno de la región, y que otras los habían superado en nivel de vida, debido a la ineficiencia de sus gobernantes. Había que agregar que además el líder de los gobernantes era un león de ideas muy cortas y no precisamente muy inteligente.

La población se polarizó, unos apoyaban a los gobernantes y otros a los sabios (aunque algunos resultaron ser bastante corruptos)... y los leoncitos quedaron atrapados entre el fuego proveniente de ambos mandos (bueno, los que no tomaron algún bando incondicionalmente) . ¿Cuál sería un buen final?. Yo comenzaba quitando al director (o al que realmente dirige)... y seguía con varios inútiles de la manada; no precisamente los que trabajan en la escuela.


Nota: Si usted lector, encuentra cierta similitud con la realidad... tiene razón.

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