viernes, 13 de noviembre de 2009

¡Bomba!



Mis amigos dicen que siempre ando viajando a lugares no muy comunes, y que nomás no conozco lo que está cerca. (Dato cultural: conocí Vallarta hace como dos años y apenas fui, por primera vez a Tapalpa hace un mes). Para seguir confirmando mi tendencia viajera, ahí les va una lista (porque si no, me llevo como 10 posts) de lo que considero relevante de mi andanza yucateca:

1.- Que haya un centro botanero de dudosa reputación justo bajo la ventana de mi cuarto, no tiene precio.
2.- La comida es muy rica, y de platillos muy novedosos, al menos para mí.
3.- Preferir irme de fiesta con gente que conocí en el hotel en lugar de una cena muy pipiris de trabajo, resultó buena decisión.
4.- Los taxis son caros aquí y en Mérida. En los autobuses hay un olor peculiar, te aprietan y demás situaciones típicas, allá y aquí en Guadalajara... también. Pero son más baratos.
5.- Los yucatecos son bastante amables en su mayoría.

6.- Me quisieron transear, pero el hecho de que se alemán les arruinó su chistecito.
7.- Los "restaurantes" donde no dan factura siempre son más ricos que donde sí la dan. (Con sus honrosas excepciones).
8.-¿Quién dijera que hay tant@s güer@s extranjer@s en aquellos rumbos?
9.- No entiendo casi nada de maya... vaya que es un idioma que nomas no me terminó sonando familiar.
10.- El acento yucateco es bastante chistoso. Cuando hablaba así durante mi viaje me salía. Ya se me olvidó.

11.- Nadar en cenotes es otra onda. Aunque el agua estaba más fría que yo cuando veo a Martha Sahagún.
12.- Adentrarte en la selva de noche, lloviendo, y sin luz alguna más que la de mi celular, es una experiencia peculiar.
13.- ¡No más cochinita pibil en un buen rato!
14.- Yucatán definitivamente es otro país, tuve que comprar adaptador para conectar mi lap.
15.-Chichén Itzá es realmente impresionante.

16.- Viajar solo no es precisamente un sinónimo de que el viaje será aburrido.
17.- Quiero una casa como las del Paseo Montejo.
18.- Valentina es bien chida.
19.-Cuando ignoraba a los vendedores, dejaban de hablarme en español y siempre me ponían el francés como segundo idioma. Ahora resulta que muy franchute.
20.- ¡Quiero volver!

Y un pilón. Algo que dice más o menos así:

Dicen que soy cabezón,
eso ni quien lo dude,
si así tengo la cabeza,
cómo tendré el... corazón
¡Bomba!

(Plagiada de un señor que siempre estaba en el zócalo recitando)


Crónica de un vuelo anunciado



Desde que me anunciaron que el dedo del destino me había señalado para realizar este viaje me di a la tarea de buscarme qué hacer por aquellos rumbos. Iba solo, así que definitivamente tendría que buscar en que entretenerme en Yucatán (pero de eso hablaremos más adelante). El ritual comenzó un lunes a las 11 pm, después de un largo día, aun tuve que llegar a hacer la maleta. Martes a las seis de la mañana: levantarse, tomar un baño e ir al aeropuerto para comenzar la larga travesía.

Todos sabemos que desde que se cayeron las torres gemelas de NYC hay que pasar por eternos filtros de seguridad y todos los aceptamos con paciencia y cierta conciencia de que son hasta cierto punto necesarios. Perdón, dije ¿todos?... creo que la excepción a la regla es un ruco mamón que pasó atrás de mí por el detector de metales en el aeropuerto.

Guardia (mujer) : ¿Señor puede quitarse el cinturón?
Ruco: Puta madre, que chinga
G: ¿Le molesta?
R: Si me molesta pinche vieja metiche
G: Le pido que se quite el cinturón señor
R: Puta madre, ya te oi
G: ¿Le molesta aun señor?
R: Sí

Y en eso la guardia le llama a dos soldados a que pongan en paz a su majestad. Debieron verle la cara al imbécil... ¿Ah verdad wey?, no que muy machito. De verdad que si algo me molesta es la gente prepotente. Me subo al avión.. y adivinen con quien me toca de vecino.... exactamente el don mamila... que me empieza a platicar sobre como le habló a una guardia de seguridad, y fanfarronear sobre como había hecho que no lo revisaran. Lo volteo a ver y le digo: pero si puso una cara de miedo cuando llamaron a los soldados. Chinga tu madre wey, llama a la azafata y pide que lo cambien de lugar, jaja. Favor que me hace el tipo.

Mis dos nuevos vecinos son dos luchadores grecorromanos (me declaro ignorante, no se si asi se diga) puertorriqueños. Muy platicador uno, muy dormilón el otro. Situación que el parlanchín aprovecha para rayarle la cara y compartir su hazaña conmigo. Me da risa, que lo hace muchas veces durante el vuelo. Me invita a seguir su ejemplo, nombre, donde este amigo se despierte si me parte la madre; pienso. Pero se ve divertido y termino cediendo, mis iniciales y unos espirales en el cachete son algunos recuerdos que "el negro" se llevó de su compañero mexicano de avión. Lo cuento muy ufano porque sobreviví, donde se hubiera dado cuenta, capaz que me rompe la cara y quedo como hijo de Elba Esther Gordillo. Afortunadamente llegué sano y salvo a Yucatán después de un vuelo que resultó bastante entretenido.

PD: De regreso fui acompañado por dos personas de la India, pero ellos ni hablaron conmigo, con excepción de una leve platica sobre a donde se dirigían. Tan internacional yo.

Recuerdos y recuerdos...


Que porquería sería la vida sin recuerdos. Levantarte cada día sin saber ni quien eres, ni donde estás, ni con quién vives. Eso realmente debe ser una situación incómoda. A veces nos ponemos a meditar sobre cosas que nos han sucedido y que nos parecen desagradables. Nos quejamos y lamentamos por lo que hemos hecho y dejamos de hacer, pero al menos, contamos con la memoria para traer al presente esas situaciones y en el caso de las personas más sensatas aprender de esas experiencias.

Está el lado bonito de la moneda... recordar tus amig@s de toda la vida, aquella fiesta inolvidable, aquellos viajes irrepetibles. ¿Qué decir de tu primer beso?, algún concierto memorable, esos libros inenarrables fuera de sus páginas, y todas esas experiencias que hacen que realmente valga la pena vivir.

En estos días una persona a la que quiero mucho sufre de un problema, que le hace olvidar las cosas y no reconocer la identidad de las personas que la queremos. Sumado a otros problemas físicos. Este post es mi manera de expresarle que sé, que ella es una persona fuerte y que saldrá adelante; para así seguir cultivando más recuerdos en su larga colección, y seguir formando parte de varios episodios que, estoy seguro, aun compartiremos. Para decirlo muy a su estilo: Que la enfermedad te valga madre, échale ganas, ¡¡a chingarle!!.