domingo, 23 de agosto de 2009

2+2= 5


Una aberración matemática da título a esta entrada de blog. Aberrante es también el curso que han tomado ciertas noticias. Los que me conocen saben que yo no estoy casado con ninguna ideología política (si se les puede llamar así) y mucho menos con un partido de esa misma clasificación, no se realmente por qué les seguimos enjaretando ese adjetivo cuando en más de una ocasión nos hemos dado cuenta que realmente lo que menos saben hacer es eso, política.

Achis, ¿y ora tú, por qué tan profundo?. Se preguntarán los seguidores de este blog, caracterizado por su desenfadada temática. Lo que me ha hecho reflexionar sobre la política actual y nuestra actitud como ciudadanos, es el hecho de que últimamente ninguna acción nos parece buena, de todo nos quejamos. No estoy en total desacuerdo con esta actitud contestataria y revolucionaria (MR). Si no, explíquenme el por qué preferí votar por un perro que por un político. Pero hay que saber razonar.

Si bien el Emilio (Emily pa los compas; gobernador de mi estado), bajo los influjos del alcohol ha sacado cada puntada, digna de darle unas puntadas pero en sacrosanta sea la parte; considero que tampoco hay que hacer de la queja e inconformidad los nuevos deportes nacionales. Ese ya es la charrería, o ¿apoco ustedes no tienen sus caballerizas llenas de bellos córceles para practicarla?

Escribo esto por el hecho de que se pretenden realizar muchas obras en la ciudad y la respuesta automática de varios sectores de la población es un rotundo NO. Admito que yo reniego de algunas como el puente atirantado, que considero debería tomar más en cuenta a la gente que no anda en automóvil. Los ciclistas y los peatones tienen (tenemos) el mismo derecho de trasladarnos de una forma rápida y segura por nuestra ciudad ¿no?. Yo me quejé de que quisieran dar dinero a la iglesia católica para construir un templo más, y estoy en contra de querer manipular la vida de las mujeres y tratarlas como seres no pensantes al quitarles el derecho a decidir en lo que a abortar se refiere; digo si a esas vamos también nos van a quitar el alcohol, no nos vayamos a emborrachar. Soy de los que reniegan del macrobús, no porque quiera que nuestra ciudad siga como rehén de un pulpo camionero ineficiente, obeso y bastante descortés con la (aún) bella muchachita que es Guadalajara; sino porque considero que la opción real y sustentable en un largo y mediano plazo es un metro o ya de perdis ampliar el tren ligero.

Pero un proyecto que desde hace quince años admito me emociona y que desgraciadamente ha sido tomado como rehén por TODOS los partidos políticos es el de los Juegos Panamericanos. Ahora resulta que "dijo mi mamá que siempre no" y no quieren hacerlos, si no son como cada fracción dice que deben hacerse. Considero que es un buen momento para que se unieran en beneficio de la ciudad en un proyecto generador de importante infraestructura y una gran derrrama económica para la ciudad y por lo tanto para el país. Además que sería la plataforma para obtener eventos más grandes posteriormente. No digo que los proyectos presentados sean imperfectibles, pero hay que echarle coco para hacerlos de una mejor manera y bueno, ya sabemos que eso a los políticos no se les da. Confío que tengan un momento de iluminación y logren ponerse de acuerdo en beneficio de la población para cumplir con el objetivo planteado.

Pero si la clase política ha demostrado estar descerebrada casi siempre, es entonces aún más alarmante la apatía que como sociedad presentamos. Simplemente nos quejamos y no proponemos. Me desespera sobremanera cuando el argumento para no hacer las cosas es simplemente el "pues si así estamos bien para qué cambiamos", el deseo de mantener el status quo debería ser simplemente inaceptable. No creo que mis ideas y creencias no puedan estar equivocadas, ni pretendo erigirme como redentor, y mucho menos siento que me quede el papel de líder moral, sólo pretendo expresar mi opinión. 2+2 nunca sumarán cinco. Jamás obtendremos resultados diferentes si no hacemos las cosas de una forma diferente.

Cualquier idiota con un poco de inteligencia puede hacer las cosas más grandes, más complejas y más violentas. Es necesario un toque de genialidad, y mucho coraje, para moverse en la dirección contraria. -Albert Einstein.


Si quieres hacer reir a Dios...


Hace cinco años me sucedió. Pero supongo que soy una persona necia y empecinada en ciertos aspectos. Lleno de ilusiones, a finales del año pasado volví a intentarlo, con renovada actitud y sabiéndome más maduro y atractivo, decidí entrar al ruedo de nuevo; aunque admito que cuidando el detalle de no emocionarme demasiado. No me quejo, la pasé bien mientras duró. El tener un reto más en la vida, un objetivo más por cumplir. Fueron meses de trabajar duro para lograr conquistarla, meses que fueron recortándose y velas que fueron apagándose.

Primero Carolina me dijo.. no eres tú soy yo y me mandó al carajo. ¡Bah!, ni que no tuviera otras. Después fue una española de nombre impronunciable la que me dijo.. ando buscando algo diferente. Y después de algunos encuentros personales y de demostrarle en más de una ocasión que yo era lo que ella buscaba.. una jalisciense me consideró demasiado ambicioso, y me dijo.. gracias, pero no gracias.

¿Acaso hablo de decepciones amorosas?. Mmm algo así podria ser, si consideramos que desde que la conocí tengo un idilio con una linda catalana: Barcelona. Hace cinco años fui admitido por una universidad de esos lares para hacer un posgrado. Desgraciadamente la beca nunca llegó. Hice cosas interesantes desde entonces, conocí gente valiosa, visité lugares increíbles; así que no fue tan malo.. pude sobrellevarlo felizmente.

Decidí intentarlo de nuevo, y a pesar de que ahora fueron dos universidades las que me admitieron, no logre que ningún organismo se mochara con la lana. Pues jacqueline, shit happens. Tengo otros planes que realizar, y que me emocionan bastante. Además así podré visitar otras partes del mundo que de haberme ido tal vez nunca habría tenido el gusto de conocer. Barcelona siempre estará ahí. Tal vez vuelva a intentarlo, tal vez no. Posiblemente, me deje seducir por alguna otra europea o incluso alguna oriental. Uno nunca sabe, yo me dejaré querer.



Tormentoso placer


¿Hace cuánto que no realizas algo que a la mayoría de las personas les parece extraño; por el mero gusto de hacerlo?. Digamos que cuando uno es niño, hace lo que se le antoja (si sus papás no se encargan de arruinar sus brillantes planes) sin importar si se verá bien o que dirán los demás. Andar mugroso por estar jugando en el piso, agarrar bichos, comer dulces hasta hartarse, realizar bromas telefónicas o imaginarse salvando al mundo armado con una pistolita de plástico; son tan sólo algunas de las muchas actividades que realizaba en mis tiempos de ocio infantiles.

Pues hace unas semanas tuve la dicha, el placer..¿ y por qué no decirlo?... la osadía de dejar mi actitud adulta y a veces racional por unos cuantos minutos (varios, diría yo). En complicidad con una amiga. Nos encontrábamos degustando unas ¿deliciosas? infusiones y unas ¿exquisitas? papas a la francesa con un huevo frito encima (sí, leíste bien.. ¡un huevo frito!).. en la terraza de un café. La plática estaba muy animada, divertida como siempre. Cuando la lluvia apareció. Todos nuestros compañeros amantes de los exteriores cafeteros emprendieron la graciosa huída hacía un lugar techado para salvaguardar sus garras. Nosotros ya habíamos ordenado la cuenta y nos disponíamos a irnos, cuando mis oídos captaron la pregunta que lo inició todo. ¿No se te antoja mojarte?... admito que no puse mucha resistencia y así inició nuestro camino, nuestro encuentro con miles de moléculas oxígeno acompañadas del doble de moléculas de hidrógeno.

La intensidad era tal, que a las dos cuadras ya estabamos completemente ensopados. Llegó un momento en que la risa nos atacó ya que no podíamos ni abrir los ojos debido al viento y el agua. Pensé: "ok, mis deseos acuosos han sido satisfechos, regresemos". Situación ignorada por mi compañera de lluvia que insistió continuáramos. Realmente agradezco tal necedad, los siguientes minutos fueron de lo más divertidos: La gente nos veía como unos pobres diablos que no tenían donde resguardarse de la lluvia (y que además no querían hacerlo). Rspondíamos a sus miradas extrañadas con saludos como... "buen día distinguida dama", "bello día, ¿verdad caballero?". A lo que recibíamos como respuestas una que otra sonrisa.

Seguimos nuestro camino riéndonos de cualquier estupidez que se nos ocurría, hasta que llegamos a una concurrida avenida llena de cafés y restaurantes. Nos instalamos en el amplio y bonito camellón de dicha arteria vial... con muchos ojos alrededor... era nuestro momento... el mundo nos esperaba con ansiedad. Luces, cámara, acción. Arránquese mi mariachi. Música maestro...y decidimos comenzar a bailar. No sabría como definir nuestro estilo dancístico: ¿Psycho-duranguense, Electro-taconazo?. Eso es lo de menos, esos minutos fueron bastante divertidos, y según parece la gente que nos vió lo disfrutó igual. Después de nuestro triunfo en ese escenario improvisado emprendimos el regreso, completamente empapados. Pero eso sí, contentos, por haber ganado muchos fans y quiero pensar que alguna que otra groupie.

"Estánbai" cerebral


Esta semana me ha hecho despertar de mi pequeño letargo de ideas productivas. Pero sobre todo me ha hecho despertar... más temprano. Tuve dos semanas de vacaciones, y decidí que realmente fueran eso, vacaciones. Nada de ir a nadar, nada de despertarse temprano para ir a prisa a cumplir con algún compromiso; incluso nada de blog. Dicho sea de paso, dar tecladazos para escribir debrayes no me molesta para nada, pero aun así decidí darles un descanso mis estimados lectores. ¿Quién los quiere condenadotes?

Pero bueno.. como diría un "cantante" que se niega a dejar de dar berridos aun cuando ya ni voz tiene... fiiin, todo tiene un fin. Así que héme aquí nuevamente; con un poco más de color en la piel cortesía del sol playero, rilouded y ahora con más vitaminas y minerales. Así que siendo las no se qué horas, de no se qué día, declaro formalmente reinaugurado este blog. (Clap Clap Clap)

miércoles, 5 de agosto de 2009

Gracias Malverde por fabores resividos...


Antes de que usted, amable lector, empiece a decir que tengo faltas de ortografía y quiera empezar a corregirme...espere. El texto que da título a la nueva entrada de éste, su blog de cabecera, es una copia fiel de una placa ubicada en un lugar de culto peculiar en el que tuve la suerte de estar hace unos cuantos días.

Pero.. ¿quién es ese tal Malverde que hace fabores? Jesús Malverde nació en 1870 y murió en 1909. Era una especie de Robin Hood región 4, asaltaba a los ricos en los caminos, y algo del botín lo repartía a la gente menos acaudalada. Es conocido, como el santo de los narcos; aunque realmente no es considerado como tal por el grupo dominante en la iglesia católica, pero la raza que lo venera vaya que le concede esos dotes de santidad.

Desde que te vas acercando al lugar , se va sintiendo un ambiente peculiar. Unos pasos más y se empieza a escuchar la banda o el conjunto norteño. Un anuncio luminoso bastante kitsch, me anuncia que he llegado a mi destino: Capilla Jesús Malverde. No es un lugar muy grande, pero vaya que hay mucho que ver. Junto a las puertas, puestos de parafernalia alusiva a nuestro héroe en cuestión: Llaveros, camisetas, gorras, escapularios, libritos de oraciones, estampitas, bueno.. hasta loción que según eso contiene sudor o no se qué del buen Badgreen. No compro nada y me dispongo a entrar al santuario con cámara en mano.

Las paredes están cubiertas con las típicas placas donde se agradecen los favores recibidos por intercesión del santo, firmas provenientes de latitudes como Navolato o Los Mochis son de esperarse, un poco más sorpresivas resultan las firmadas por gente que dice de venir de Jalisco, Yucatán y Oregon; por mencionar algunos. "Gracias a Dios, a la Virgen de Guadalupe, a San Judas Tadeo y a JESÚS MALVERDE por los favores concedidos". Todos conviviendo y llevando la fiesta en paz en la misma placa. Fenómeno que se sigue presentando en las más de diez vitrinas que hay en el santuario. Malverde, con su bigotito finamente recortado a la Mauricio Garcés compartiendo habitación con la santa muerte o con san Martín de Porres. Unos pasos más y el buen Chuy comparte vitrina con el otro Chuy que tuvo la desgracia de ser crucificado. Así debería ser el mundo, todos conviviendo con todos, en buena onda, mientras se cotorrea tranquilamente. Particularmente creo que debe ser bastante divertida la vitrina donde está Malverde y la patrona de los músicos, han de ser buenas pachangas.

Yo sigo recorriendo el lugar, debo confesar que me parecía bastante curioso todo eso. Pero nada alejado de las religiones que más o menos conozco. La gente llegaba con verdadera fé a pedir o agradecer algo, prende veladoras, le ora al santito, eso es libertad de culto y no fregaderas. Una cartulina verde anuncia en qué se invierten los recursos y cooperaciones que la capilla recibe: en programas de ayuda a niños o familias de escasos recursos; mira quien lo dijera.

Durante todo este tiempo he estado oyendo corridos que cantan las hazañas de don Malverde, después de caminar por todo el lugar llegó el momento de la verdad, la hora chingüengüenchona (Que mala onda que se murió Beto el Boticario), entrar a donde está la verdadera efigie que inspiró algún look de Brandon Flowers. Es un cuartito de unos 5 metros cuadrados, con una antesala donde están los músicos a todo lo que dan. Entro y saludo al de la guitarra, mi amiga se niega a entrar con cara de aterrada. "Puro narco, me da miedo"... ándale no seas miedosa... no. Ok.

Entro al cuartito ese, el ambiente está dominado por un busto de Malverde que tiene un reclinatorio frente a él, donde una señora le reza muy efusivamente. Otras seis personas están en el cuarto, echándose unas pacífico; me ofrecen una lata; si no la acepto me plomean, pienso. Sonrío y le doy el primer trago, me acerco a la imagen. miles de fotos, flores y placas. El conjunto musical a todo lo que da. Segundo trago a mi pacífico; "gracias Malverde por ayudarme a graduarme de la universidad" se lee por ahí; la señora se levanta. Mi amiga se asoma y finalmente se anima a entrar, ya no alcanzó cervezas. Reclinatorio libre, momento para tomarme mi foto con la estrella del momento, visité a Malverde y sobreviví.

¿Alguna canción joven?, No, muchas gracias ya me voy. Agradezco por la cerveza, sirvió para quitar el calor, aunque realmente sólo le di tres tragos. Gracias Malverde por que ningún narco me la hizo de tos. A las afueras y de cotorreo compro dos estampitas por diez pesos. Recuerdo de mi visita al santito.

Fue una interesante experiencia observar la necesidad de la gente en creer en algo, y buscar nuevas cosas o personajes en los cuales poner tus esperanzas. Me encantó la tradición de estar pisteando en el templo mientras oyes música, aunque creo que yo llevaría otro tipo acompañamiento auditivo. Un gusto conocerte Malverde, a ver cuando le caes a la casa.




Desde Navolato vengo....


Bueno, en este caso habría que cambiarle la letra a la canción, ya que yo realmente salí de Guadalajara, con destino final en Culiacán; con motivo de la boda de un gran amigo. En este post trataré de hacerle justicia a esa ciudad, cuya mala fama parece haber superado sus cualidades en el ideario nacional.

En lo que sí no hay ni como ayudarla es en el calorcito que se siente, casi tan fuerte como mi natal Sonora, pero bueno, a todo se acostumbra uno menos a no comer. Y vaya que comimos durante los días en la capital nacional del tomate (Agradezco la resistencia de mi compañera de batalla para hincarle al diente a todo al mismo ritmo que el escritor).

El día comenzó en el aeropuerto tapatío, una vez en el avión, me tocó sentarme junto a un don, bastante amable, pero con serios problemas de alcoholismo.. tomarte tres tecate light (ya echarte una cerveza de éstas por gusto, es que algo malo anda en tu cabeza) en unos cuarenta minutos mientras vas a sabe cuantos miles de pies sobre la tierra es indicativo claro que es tiempo de ir a confesarte a un grupo AA.

En tierras culichis me recibió el flamante esposo, y acudimos a encontrarnos con una amiga en común, para empezar con el atascón (culinario nada más, mentes cochambrosas), obviamente pedí algo típico de la región y bueno todos salimos listos para un día en Culiacán. El novio se despidió porque tenía que ir a recoger una chingadera (sic) de esas que ponen en el traje, y obviamente ninguno de nosotros sabemos como se llama el adornito ese, además de que después tenía su sesión de fotos en el río vestido de tarzán; ni modo, a recorrer la ciudad sin ningún guía nativo.

Mencioné el río, eso es algo que le envidio a las ciudades que lo tienen, yo siempre he querido que pase uno de estos hilos de agua por Guadalajara, pero después de tantos años debo suponer que " si es pasión, que se me borre", porque el Río san Juan de Dios, además de entubado, ya esta macrobuseado, así que ni modo. A lo largo de alguno de los tres ríos que se encuentran en Culiacán, existen paseos, malecones y cosas de ese tipo donde la gente se veía muy feliz recorriéndolos, echándose un helado o ahi nomás mirando a las muchachas.

Nuestro recorrido inició visitando la capilla de Malverde (experiencia inolvidable que merece un post aparte), y de ahí como pudimos nos lanzamos al centro, lo recorrimos sin tener la menor idea de a donde íbamos ni que buscábamos, eramos simplemente unos desinteresados turistas aprovechando su fin de semana; total, si no sabes a dónde vas, pues ya llegaste, ¿que no?.

Tres litros de agua después, preguntar a todo mundo por autobuses que nos llevaran a sabe donde, me di cuenta que eso de la turisteada es lo mío, yo me entretengo donde sea, y más si no hay un rumbo fijo. Pero bueno mi acompañante no andaba tan divertida y decidimos irnos al hotel, donde una vez más nos atascamos (ahora con una comida china deliciosa), y nos alistamos para el evento del año.

En misa, una señora se cambió de lugar porque hablábamos demasiado; otra estuvo a punto de seguir sus pasos, pero pues no halló un lugar cerca del ventilador. Asunto que habría dado igual, porque se fue la luz un buen rato, y todos los que se sentaban muy ufanos cerca del aparato proveedor de viento...le bailaron de todos modos. Se consumó la amenaza, mi amigo estaba casado, pero feliz, eso siempre es buen indicativo. De ahí siguió la fiesta, bailé un buen rato, platiqué con amig@s que tenía tiempo sin ver, conocí a gente agradable, incluídas tres muchachas con delirio de modelo pero hasta eso buena onda (Las personas de Culiacán que conocí, resultaron muy amables hay que admitirlo), hablaría de la comida y el pastel de la boda, pero de plano no había ya espacio en mi estómago. Mención especial merecen los rituales de todo matrimonio; en especial las caras que tiene que hacer uno cuando saluda gente que ni conoce, o cuando tiene que bailar rolas que ni le gustan, pero bueno, gajes del oficio.

Me quedé con ganas de unos marisquitos en Altata o de ir a alguna playa, pero el tiempo era corto. Culiacán me trató bien, nadie me apuntó con una fusca, o me paró en algún retén. Al menos, por un fin de semana recorrí las mismas calles en las que anduvo corriendo Teresa Mendoza (La reina del sur, Pérez-Reverte, 2002... creo), sin ningún apuro y disfrutando de una agradable y calurosa ciudad.

Ahora sigo en busca de más aventuras en algún lugar del mundo. ¿Sugerencias para continuar mis vacaciones?. Son bienvenidas.