domingo, 23 de agosto de 2009

Tormentoso placer


¿Hace cuánto que no realizas algo que a la mayoría de las personas les parece extraño; por el mero gusto de hacerlo?. Digamos que cuando uno es niño, hace lo que se le antoja (si sus papás no se encargan de arruinar sus brillantes planes) sin importar si se verá bien o que dirán los demás. Andar mugroso por estar jugando en el piso, agarrar bichos, comer dulces hasta hartarse, realizar bromas telefónicas o imaginarse salvando al mundo armado con una pistolita de plástico; son tan sólo algunas de las muchas actividades que realizaba en mis tiempos de ocio infantiles.

Pues hace unas semanas tuve la dicha, el placer..¿ y por qué no decirlo?... la osadía de dejar mi actitud adulta y a veces racional por unos cuantos minutos (varios, diría yo). En complicidad con una amiga. Nos encontrábamos degustando unas ¿deliciosas? infusiones y unas ¿exquisitas? papas a la francesa con un huevo frito encima (sí, leíste bien.. ¡un huevo frito!).. en la terraza de un café. La plática estaba muy animada, divertida como siempre. Cuando la lluvia apareció. Todos nuestros compañeros amantes de los exteriores cafeteros emprendieron la graciosa huída hacía un lugar techado para salvaguardar sus garras. Nosotros ya habíamos ordenado la cuenta y nos disponíamos a irnos, cuando mis oídos captaron la pregunta que lo inició todo. ¿No se te antoja mojarte?... admito que no puse mucha resistencia y así inició nuestro camino, nuestro encuentro con miles de moléculas oxígeno acompañadas del doble de moléculas de hidrógeno.

La intensidad era tal, que a las dos cuadras ya estabamos completemente ensopados. Llegó un momento en que la risa nos atacó ya que no podíamos ni abrir los ojos debido al viento y el agua. Pensé: "ok, mis deseos acuosos han sido satisfechos, regresemos". Situación ignorada por mi compañera de lluvia que insistió continuáramos. Realmente agradezco tal necedad, los siguientes minutos fueron de lo más divertidos: La gente nos veía como unos pobres diablos que no tenían donde resguardarse de la lluvia (y que además no querían hacerlo). Rspondíamos a sus miradas extrañadas con saludos como... "buen día distinguida dama", "bello día, ¿verdad caballero?". A lo que recibíamos como respuestas una que otra sonrisa.

Seguimos nuestro camino riéndonos de cualquier estupidez que se nos ocurría, hasta que llegamos a una concurrida avenida llena de cafés y restaurantes. Nos instalamos en el amplio y bonito camellón de dicha arteria vial... con muchos ojos alrededor... era nuestro momento... el mundo nos esperaba con ansiedad. Luces, cámara, acción. Arránquese mi mariachi. Música maestro...y decidimos comenzar a bailar. No sabría como definir nuestro estilo dancístico: ¿Psycho-duranguense, Electro-taconazo?. Eso es lo de menos, esos minutos fueron bastante divertidos, y según parece la gente que nos vió lo disfrutó igual. Después de nuestro triunfo en ese escenario improvisado emprendimos el regreso, completamente empapados. Pero eso sí, contentos, por haber ganado muchos fans y quiero pensar que alguna que otra groupie.

2 comentarios:

  1. ...¿qué transita por su avenida,compa?....Apoko maneja la actitud adulta ud? jaja ke feliz me haría encontrarme con alguien ke me saludara así "bello día ¿verdad damisela?"...luego me enseña ese pasillo de ¿psycho-duranguense?..

    ResponderEliminar
  2. Al fin se le hizo mi querido y distinguido albert, heme aqui leyendo su blog y riendome un poco con sus lineas...
    Dos cosas: me da gusto saber que de vez en vez se le agradezca a uno la "necedad" y mas aun que se haga publica. Nos hablaron de Bailando por un Suenio, como ves?, te late bailar bajo la lluvia nuevamente?, prometo saltar los charcos para no mojarnos.
    Saludos y espero andar mas seguido por aqui =)
    Ix

    ResponderEliminar