Salía yo de un concierto (no el gran evento, debo mencionar), iba yo distraído en la plática con una amiga, cuando siento que alguien toca mi hombro con insistencia: Volteo y después de dudar unos segundos identifico a un ex-compañero de universidad. La charla no tuvo nada de inusual, original o interesante, fue la típica corta plática entre dos personas que se conocen pero que no son unidas por una amistad.
HeK: Ah, que onda, ¿como estás?
El extraño: ¿Bien y tú?
HeK: Bien, pues aquí, vine al concierto. ¿Qué te pareció?
El extraño: Bueno, mejor que todos los grupos nuevos que salen hoy; no hay nuevas bandas chidas.
HeK: ok.. pues me dio gusto verte; me están esperando ya y como que empieza a llover. Nos vemos.
Pff.. . después de ese elocuente encuentro me quedé pensando en que el sujeto ese, ya había dado el viejazo musicalmente hablando, y me pareció un tanto deprimente (o al menos desée, no haber alcanzado ese punto en mi vida aún).
Realmente creo que yo tardaré aun un buen tiempo en ser completamente un adulto. A decir verdad, espero jamás serlo en toda la extensión de la palabra. Yo sigo abierto a nuevas propuestas musicales, por mencionar sólo un aspecto de la existencia, algunas me desagradan pero igual las escucho aunque sea una vez. Otras por el contrario resultan verdaderas joyitas, que de ser yo una persona prejuiciosa contra la nueva música jamás habría descubierto.
He tenido pláticas recientes con otros conocidos (éstas sí un poco más largas y entretenidas, debo admitirlo, pero con su inquietante dosis de pseudo-realidad), y me aterra la forma en que la edad les está cobrando factura psicológicamente hablando. Temas como matrimonio y la crisis de no hallar una pareja parece agobiarles demasiado. A otros les preocupa el hecho de ya haberla encontrado. ¿Quién entiende a la humanidad?. Sentar cabeza y convertirse en señores o señoras copetonas, aceptad@s socialmente es un tema que realmente parece atraerles. Frases como ya estoy viejo para eso y demás artilugios verbales similares parecen papalotear en sus cerebros constantemente. No es mi caso.
A mi ni me agobia encontrar a alguien para pasar toda una vida (ya llegará, o haré que llegue), aun tengo ganas de seguir recorriendo el mundo, agradezco el todavía tener sueños y el valor de iniciar nuevas cosas; mi niño-adolescente interno se niega a morir y espero que sea exitoso en tal empresa, yo sigo siendo feliz con cosas que podrían parecer insignificantes, como montarme en mi bicicleta y agarrar camino (lo menciono porque a mucha gente le parece un tanto extraño eso.. no se el por qué), o darme el pequeño placer de llegar a casa y brincar unos segundos en el avión pintado sobre la banqueta por mis vecinitos.
Probablemente, yo estoy equivocado, y ya debería estar meditando sobre el porvenir y convertirme en todo un señor honorable de la sociedad tapatía. Obviamente pienso en mi futuro y trabajo para forjarme uno bueno, pero tampoco hay que exagerar. Realmente, y parafraseando a un gran pen...sador jalisciense: Lo que algunos poquitos digan, a mí me vale madre. No lo sé, el caso es que espero llegar a mis 64 años (cifra cuyo simbolismo musical, varios de ustedes conocerán) siendo un don alivianado y buena onda; lúcido y siempre inquieto por conocer nuevas cosas, sin perder la capacidad de asombro ante pequeños o grandes acontecimientos.Quien sabe, tal vez el hijo de alguno de ustedes se convierta en mi fan, cuando logre explotar todo mi potencial musical ahora que me compré mi guitarra eléctrica y pienso convertirme en un dios del rock'n'roll. (Ya pues, dejen de reírse incrédulos)
PD: El equipo editor de este blog ofrece una disculpa, por el burdo intento de representar al autor a sus 64 años. comprendan, el presupuesto es bajo por el momento.
