Sábado 4 de Julio, 2009.
Día de ley seca quesque por las elecciones. Una amiga decía que se tomaba esta medida para evitar que los votantes al asistir en estado inconveniente no realizaran su acto supremo de ciudadanía (¿?) de una manera adecuada (más ¿?). A mi parecer, debería fomentarse la ebriedad entre la banda en las vísperas de una elección. Con el lastimero espectáculo político y la falta de propuestas reales, el alcohol podría nublar nuestras conciencias, jugarnos una mala broma, y hacer que vayamos llenos de júbilo y animosidad al carísimo jolgorio llamado pomposamente La Fiesta de la democracia. (DR)
Mis amigos y yo, tan previsores como siempre de la sequía etílica en cualquier lugar de entretenimiento, decidimos armar nuestro propio festín. La verdad es que la pasamos (bueno yo, no sé los demás) bastante bien. Buena compañía, buena plática, diversión, juegos, chistes y un apoteósico final en que todos cantamos Hey Jude, cual si estuviéramos cerrando el Woodstock, LiveAid, Glastonbury o ya de perdis Sonofilia.
Domingo 5 de Julio, 2009.
La reunioncilla antes mencionada alcanzó el domingo, y todos seguían de buen ánimo. Cuando dos compañeras de batalla, decidieron que ya era hora de darla por terminada porque serían funcionarias de casilla. Aquí se rompió una taza...
Asistí al lugar acordado, dispuesto a fiestear como un rockstar. Pero cuaaal, fui vilmente engañado por los medios de comunicación. Su mentada celebración estaba rechafa, ni música ni comida hay, nada más te dan unas hojitas para que taches unos nombres de gente que ni me conoce (y seguramente en los próximos tres años ni me conocerá). Aunque debo confesar, que prefiero que el asunto esté asi de cebo, a que realmente fuera todo un partyson y tuviera que bailar de cachetito con la Elba Esther Gordillo, o tener que sacar a Emily en calidad de bulto y pasado de cucharadas. Mejor así la dejamos.
El casó es que voté. No importa si el color fue blanco, verde, azul, rojo, fucsia o magenta. O sí de plano me vi retebuena onda y taché todos los nombres al mismo tiempo. Lo que importa es que me mancharon mis dedos... y atendiendo a la lógica de las buenas conciencias cuya boca se hincha al proferir algo que dice más o menos así: "Si no votas no te quejes", yo voté... así que ahora tengo el derecho de quejarme ¿no?. Eso se ganan por invitarme a su fiesta pinchurrienta.
PD: Cabe mencionar que hasta fui por mi café gratis al Oxxo. Ahi a ver quien se lo toma.
Yo le tomé una foto a mi voto (el cual anulé), pero luego me enteré "quesque" es delito federal, así que no correré el riesgo de publicar dicha foto en el fantastico mundo de las "internessss"
ResponderEliminar¡Saludos Hek! =)