jueves, 29 de abril de 2010

No me llames frijolero....


Una vez olvidado (ya no generaba rating supongo) el caso de la niña Paulette, ya que no pelaron los sismos en Mexicali, y que ni siquiera la Academia, ni las Chivas (puro sufrimiento) les daban audiencia; la mayoría de los medios de comunicación se han unido en una heróica tarea. Han encontrado el enemigo en común que ha conseguido unir a todos los mexicanos de buen corazón: Quejarse amargamente contra la ley SB 1070.

Dicen que es de corte racista, y todas las opiniones que he escuchado al respecto terminan llegando a la nada objetiva faceta sentimental, donde se dice que no pueden ser delincuentes sólo por ir a buscar una vida mejor fuera de sus fronteras bla bla bla. En algo estoy de acuerdo, el hecho de que se pueda detener a personas tan sólo porque tienen facha de ser migrantes ilegales me parece de lo mas retrógrada y vomitivo. Más si consideramos que esta medida se está proponiendo en el país que se jura y perjura como el defensor a ultranza de los derechos humanos en el mundo. (Para más referencia busque Bahía de Guantánamo, por ejemplo).

Pero si algo hace que las opiniones vertidas por muchos medios masivos de comunicación y participantes en diversas charlas de café, sea considerada como de poca valía es la incoherencia. ¿Cuántas de esas personas que se quejan por el racismo gringo, no le llaman a alguien "indio" cuando comete lo que ellos consideran como una estupidez?, seguramente más de alguno se ha dicho algo así: "Salió bonito el niño, lástima que está morenito"... ahh pero eso sí, los racistas son los gringos malos que no quieren que sus ciudades se llenen de inmigrantes ilegales.

Insisto, no es que esté de acuerdo con estas leyes... pero noaiqueser... yo he visto claramente como en la frontera sur de México de igual manera se les discrimina y maltrata a centroamericanos que vienen ilegalmente a nuestro país, y ahí sí no he escuchado ninguna queja en la radio o la televisión.

Seguramente en Chiapas y esos estados, puede existir un cierto aire de discriminación por los centroamericanos que aparecen de repente. Ahora imagínense como se sentirán los güeritos racistas e intolerantes de Arizona, creo que se podría hacer un símil interesante, aunque eso obviamente no genera audiencia televisiva.

Luego está nuestro gobierno que presenta su queja y jura que defenderá los derechos de los paisanos que se cruzan el río... no'mbre todos unos paladines de la justicia. Seguramente esas personas que serán "defendidas" habrían preferido que en México se crearan las condiciones necesarias para generar empleos dignos y que ellos no tuvieran que salir de nuestra nación.


Yo, como afortunadamente no me he visto en la necesidad de ir jamás a Arizona; le pediría a Felipe y compañía que no me discrimine, que también me defienda a mí que me quedo en México. Que haga ALGO, un poquito en beneficio de los que nos quedamos, no sé... reformas políticas, energéticas, de competencia.. tanto que se puede hacer y nomás nada.

Bueno, pero ya me desvié. Espero que esa ley no pase y confío en que la palabra indio deje de ser usada como algo despectivo. Pero sobre todo, confío en que los que nos quedamos en el país podamos crear un ambiente más amigable, en que nuestra máxima exportación dejen de ser personas con hambre y desilusión.


Soy una raya en el mar,
fantasma en la ciudad
mi vida va prohibida
dice la autoridad



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