lunes, 26 de julio de 2010

♫ Amor de cabareeeet ♫


En esta ocasión, este humilde blog se viste de gala para recibir una colaboración más. Una valiente damita que decidió ir.. a lugares donde muchas jamás han ido. ¡Que lo disfruten!

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Pues yo, desde hace tiempo tenía curiosidad de conocer un Table.

Una amiga me había contado la experiencia que tuvo alguna vez en el “"Porky's". Me contó que fue hace muchos años, que era un día que habían regresado de la playa, con todo y toallas mojadas en la maleta, decidieron ir a ese lugar.

En realidad no recuerdo exactamente la descripción que me dio de dicho santuario de la lujuria, solo que mi curiosidad creció y dije que algún día visitaría un lugar así. Ese día fue un viernes de hace algunas semanas.

Planteé la situación al creador de este blog, y él, muy sacrificadamente aceptó acompañarme.

Debo confesar que cuando estábamos en camino, sentí poco de nervios y arrepentimiento prematuro, pero todo siguió su curso. Después de ubicar varios posibles lugares, iniciamos a descartar los que estaban como muy “fresas o en forma, o con mayor producción. La crisis está fuerte como para andar invirtiendo en esos vicios tan alejados de la mano del creador.

Así que encontramos uno que cumplía con los requisitos previamente establecidos por nosotros, éste lugar era llamado el “Pirámides. Se encontraba la borde de la carretera, se veía bastante arrabalero, pero con esa mística que invitaba a entrar en él. Decidí que era el lugar elegido. Mi acompañante me preguntó con cierta duda: ¿En serio?... al ver su cara vi que realmente no me creía, así que simplemente me bajé, para demostrar que era verdad.

Al entrar al lugar, nos topamos con la sorpresa de que ¡no había nada!. Era un lugar que parecía que en algún tiempo tuvo su apogeo, pero ahora, no era más que una bodega grande y vacía, con pocas mesas y una luz neón azul (Sin olvidar sus mesas de metal con el logo de Carta Blanca). Pásenle muchachos, nos dijeron las meseras, pero decidimos abandonar el lugar. ¿A qué íbamos a entrar?, ni modo que a tomarnos un cafecito.. además capaz que ahí nos agarran y por decir lo menos amanecíamos en la Barranca, y ni quien se diera cuenta. Mejor nos pelamos.

Pocos minutos después de avanzar por la carretera, vimos un anuncio de un lugar llamado “Encantos, al cual decidimos entrar. Descendimos del auto, pasamos junto a un puesto de hot-dogs, que se veían como una bomba para el corazón, lo que el cardiólogo recomendaría antes de una sensual experiencia. Una camioneta pasa por la carretera y algo nos grita, nada que quite mi aplomo de entrar. Mi amigo, tranquilo, solo atento a que yo estuviera cómoda.

En este lugar sí se contaba con pista, y dos tubos. Era un lugar amplio con muchas mesas. Un mesero nos recibió muy amablemente, muy propio, tipo mesero de boda. Las chicas que bailaban en el lugar bebían con sus acompañantes, la Sonora Santanera sonaba, y las televisiones estaban programadas en C7, descubre tu cultura; uno no se puede quejar de que es una experiencia muy enriquecedora y cultural. Además de que aquí se veía más poblado el asunto.

Creo que en el lugar, casi, solo estábamos mi amigo y yo, además de las bailarinas y sus acompañantes.

Después de aproximadamente 15 minutos, el “chou estaba a punto de iniciar. Ana fue llamada a la pista (por una voz de ultratumba, tipo locutor de estación de radio grupera o algo así), e inició el espectáculo. Honestamente no recuerdo con cual canción lo hizo, lo que sí tengo muy presente es que uno de sus bailes más románticos y sensuales los hizo con “Hotel California.. Bueno, eso sí que es tener estilo o seguro eso creía Ana, al contar con tal banda sonora.

Ana era una mujer de aproximadamente 35 años, guapa, un poco llenita y creo que no bailaba mal. Con una destreza impresionante para deslizarse por el tubo. Lo que me llamó mucho la atención, era que los meseros y trabajadores del lugar, la veían como una compañera de trabajo más, yo podría haber pensado antes de esto, que las personas de ahí les faltarían al respeto y se distraerían viéndolas, pero todo lo contrario. Esto a pesar, que el lugar no era “de mucho presupuesto.

En su última actuación, Ana, sorpresivamente se quitó toda la ropa, se retiró y quedamos en espera de alguna otra compañera.

Lástima que sus otras amiguitas ya estaban muy entretenidas, demasiado entretenidas diría yo; por lo tanto, decidimos que ya no teníamos cabida ahí.. La última y nos vamos.. y así fue.


Dulce González



1 comentario:

  1. Saludos Hek, muchas gracias por acompañarme en este gran paso de mi vida... hahaha Nos la pasamos súper!

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